El último concierto de Slayer fue el 30 de noviembre de 2019 en la ciudad natal de la banda, Los Ángeles.

Pero la noche marcó un nuevo comienzo para el icónico compositor y guitarrista de Slayer Kerry King. El cofundador de la banda aún no había terminado; Tenía música mucho más brutal y provocativa preparándose, escenarios para dominar y cabezas para hacer rodar.

A la cruzada de King se une una formación que comenzó con el baterista de Slayer, Paul Bostaph. “Paul es como mi Appice [Vinny] para Ronnie James Dio”, dice King. Sabía que Paul quería ser parte de esto desde 2018. Mi plan inicial era traer a [Gary] Holt, pero luego pensé que probablemente no debería tener más piezas de Slayer, así que Phil Demmel decidió hacerlo. La banda la completa el bajista Kyle Sanders (Hellyeah) y, en el tan comentado vocalista, Mark Osegueda (Death Angel), un amigo de King desde los días del thrash de Cali de principios de los 80.

¡La alineación mata!

Kerry F’n King, se atreve aun a decir, sin pelos en la lengua: “Desde el infierno / A través del fuego me levantaré / Hasta que llueva sangre del cielo”.