La aclamada banda británica que vino a calentar la escena indie con su propuesta neo‐funk llega en su mejor momento a la Argentina.
El dúo conformado por Josh Lloyd Watson y Tom McFarland acude a tiempos más remotos en los que encontramos paisajes que deambulan entre un vibrante sonido funky americano, un soul exquisito que da importancia vital a las voces –ambas referencias más bien setenteras‐, y un synth pop de ritmo medio que guía y se deja escuchar muy fácilmente. Nacieron apenas en el 2013 y se generó un expectante misterio en torno a su figura, pues tras la premisa de generar música por encima de sus nombres, aparecía audiencia y medios especializados oyendo lo que hacían, pero desconociendo por completo su identidad.