Argentina es un país donde la entrada de siglo XX se presenta como un florecer de posibilidades. La combinación de nacionalidades, razas e idiomas se hacen cada vez más frecuentes generando una gran diversidad cultural. Distintas personas que piensan, hablan e imaginan de diferente manera, pero más allá de toda diferencia hay algo que los une, sus hijos.
Una Fábrica abandonada funciona como escondite y refugio perfecto para jugar a lo que sea, pero es mucho más que eso lo que hacen los siete protagonistas de esta obra de teatro dramático-musical.
Por un lado una obra de texto clásica, dramática y por el otro un recital audiovisual con banda en vivo y un gran despliegue sonoro, coreográfico y percusivo.
La obra de teatro cuenta la historia de un grupo de chicos que se juntan a jugar en una fábrica abandonada a principios del siglo XX . El juego se transforma implícitamente en un reflejo de sus deseos, de sus conflictos, sus curiosidades y hasta sus perversiones, que comienzan a manifestarse de manera más obsesiva cada vez; generando que, por momentos, sea difícil diferenciar el límite entre el juego y lo real.
Luego de la intensidad del drama, el conflicto se presencia, el silencio se hace ruido y la descarga llega a su punto máximo cuando aparece la música. Con un estilo que varia entre El Rock, el Hevi Metal, el Punk y la música tecno, logrado no solo por una banda en vivo sino también por los mismos actores, quienes por momentos, sonorizan el espectáculo transformándolo en un Recital de Rock con alto contenido dramático.
Libro Original y Dirección: Nicolás Manasseri. Música Original: Iván Massieri. Coreografía: Fernanda Provenzano. Actúan: Renzo Morelli, Fernanda Provenzano, Maru Villamonte, Nacho Medina, Martina Zapico, Belen Ucar y Lu Fernandez Mendez. Músicos Ivan Mazzieri, Ignacio Arigos yAlejandro Roy.