El invierno es la estación más fría del año y sus características son inevitablemente definidas en contraste con las otras estaciones. Esta época se caracteriza por días más cortos, noches más largas y temperaturas más bajas. El jardín es un espacio que aporta paz, tranquilidad y contacto con la naturaleza; si bien en la primavera y en el verano es cuando más se aprovecha la vida al aire libre, en invierno también se puede disfrutar de las plantas y tener un bello sitio donde conectarse con la tierra y sus tonalidades.
Marina Btesh es una artista polifacética que trabaja con materiales descartados de procesos industriales. La muestra Jardín de invierno: colores en el patio del Museo, que se inaugura el sábado 17 de junio a las 17 hs, es el resultado de un proceso creativo que imaginó y descubrió una nueva especie botánica, la Raúlis Docta.
Ningún estudioso botánico podrá atribuirse su descubrimiento porque hasta hoy no existía. Es el primer aporte para un nuevo manual de Botánica Plástica que siguiendo la taxonomía de Linneo albergará en el futuro nuevas especies, siempre inventadas. Pertenece a la familia de las Poliesteráceas y a la clase de las Sintéticas porque su origen es el material descartado de la industria plástica.
Cada planta es única, la artista las diseña y elabora en la más amplia variedad de colores. Presenta múltiples ventajas ya que no pierde hojas ni pétalos, no necesita tierra, no junta bichos y no hay que regarla. No cumple ningún ciclo natural, no se reproduce por semillas, ni por injertos, resiste la acción del sol y la intemperie manteniendo sus colores inalterables. Y lo mejor es que, además, se pueden tocar.
Artistas: Marina Btesh //