Pabellón 4 presente Webcam. Una muestra de fotografía y video con obras de Martín Castillo Morales. En el texto curatorial _Webcam o la Intimidad de la Distancia, _Marianela Díaz Cardozo abre el debate sobre este arte-facto de creación:

"No es lo mismo desnudarse frente al lente cuando son otros los ojos que te observan, desde el otro lado, desde atrás. Un detrás que es una pantalla completa, un continente entero, una voz apenas familiar; una voz sin hambre que invita a confiar. La serie Webcam, del fotógrafo venezolano radicado en Buenos Aires Martín Castillo Morales, nace en 2009 como una prolongación de la serie de retratos de mujeres desnudas en sus habitaciones.

Lo que comenzó como un artificio para conciliar la imposibilidad de las distancias geográficas con el empeño de seguir capturando mujeres en sus hábitats naturales, acabó por cobrar una vida propia, más particular e íntima, a través de cámaras web. Pero en Webcam se está sola, sin estarlo. Entonces el doble desnudamiento de cuerpo y espacio se potencia, llega más allá. Lo delatan las caras cómplices: relajadas, sonrientes, con una mezcla natural de excitación y timidez, pudor y deleite.

Webcam es también una reflexión en torno al modo cada vez más común en que nos comunicamos: con pantallas como intermediarios. Es por eso que Martín entrecomilla la palabra fotografiar cuando habla de esta serie, pues, aunque para él lo es, el hacer capturas de pantalla de una imagen que uno ve en la computadora no lo es tanto. Por otro lado, Webcam es también un ejercicio de soltar un poco el control. Es preciso ceder ante limitantes obvias como la movilidad del equipo, la velocidad de conexión, la resolución de la cámara misma... y otras menos evidentes como dirigir a alguien, sólo con su voz, en un espacio donde a veces apenas cabe el ruido.

Así surge esa ilusión de realidad cruda que se abre paso a través de los píxeles imperfectos de las chicas web de Martín y se instala en el ojo de quien las mira. En esa atmósfera de voyeurismo atizado, el fotógrafo se suprime, y uno se queda esperando el gesto, el movimiento inesperado, el descongelamiento de la cámara. Casi se las puede oír. Casi se escapa de los labios una frase tonta para decirles que son bellas."

Última fecha

sáb

6

octubre / 2012

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