Las tradiciones culturales, los mandatos sociales, el amor intervenido por las costumbres, la identidad personal, las identidades familiares religiosas históricas.

Una madre y una hija envueltas en una red de sobreentendidos y preguntas. Discusiones que revelan pensamientos inconfensables, estados anímicos que obnubilan la “razón” aprendida.

La acción transcurre en la antesala de un juzgado de paz en Buenos Aires. Dos sillas y un perchero asisten incólumes, al juego de estas dos mujeres que se desdoblan desde el cuerpo de la única actriz convocada a sacudir los fantasmas.