Máximo Pedraza y Juan Tessi ofrecen un recorrido por los bordes más ardientes de su producción. En Inmenso Amore / Calypso Ciudadela cruzan sus caminos en un territorio nuevo y oscuro, una condensación del puticlub suburbano, el cabaret de Weimar y el hotel alojamiento junto a la panamericana. En este teatro de ensueño, predominan los trazos rápidos, los monocromos y los gestos alzados que remiten a la fugacidad del apasionamiento. En el texto que acompaña la muestra dice: En su laconismo casi japonés, las acuarelas de Máximo Pedraza aspiran al pulso representativo de la instantánea, y pueden leerse como huellas dactilares de un hipotético encuentro tórrido y fértil con un ejército de musas mundanas. Sus acrílicos y esculturas, por su parte, se permiten cierto lirismo noir, operando una inversión severa y dramática de los motivos ingenuos de la sentimentalidad rosa
. Mientras que, sobre la obra de Juan Tessi, se afirma el reencuentro con la figura. Trabajando con gesso, marcador, alcohol, óleo y acrílico, Tessi arriba a escenas amorosas tan sintéticas como inquietantes, en las que se adivinan ecos de la Venus de Botticelli y las señoritas de Avignon pero también de los jóvenes esbeltos de los cuadernos de Cocteau
.