El cine italiano es justamente recordado por el aporte de los neorrealistas entre 1945 y 1955, pero igual entusiasmo merece la generación de realizadores que los sucedió, entre los que se cuenta Mauro Bolognini. En Il bell’Antonio ambos colaboraron para definir una sátira sobre la sociedad patriarcal siciliana, uno de cuyos mayores representantes ve cómo se destrozan sus ilusiones al descubrir que su hijo, admirado por todos, sufre de impotencia. En uno de los primeros gestos típicos de la apacible audacia que lo caracterizó como intérprete, Marcello Mastroianni renegó de la imagen romántica que querían crearle y logró una caracterización excepcional como el protagonista, atrapado de diversas maneras en una situación que no buscó.Il Bell' Antonio, Italia, 1960, 104'.