El tópico de ésta es el amor romántico, visto desde el punto de vista masculino. ¿Qué hacer con el amor? ¿Cómo sobrellevar ese sentimiento romántico, por excelencia, cuando los resultados han sido más que magros, al respecto?
De esta manera, a través de los seis hombres que protagonizan esta historia se pone de relieve al amor y sus consecuencias como una suerte de destino fatal. Será a través del pesar de estos hombres por los andariveles del amor romántico en sus distintos desencuentros lo que los hará penar, perdidos y confundidos en sus corazones rotos. De esta manera, el hombre mismo como género entra en crisis. De este modo, Hotel Roma no es sólo una obra que habla del amor y su carácter trunco sino que también pone de manifiesto la crisis de la masculinidad. ¿Sabe el hombre amar? ¿Estamos capacitados para el amor? ¿De qué hablamos cuando se habla de este sentimiento? ¿Qué se entiende por tal?
Seis hombres que no se conocen entre sí llegan a un mismo pueblo, perdido en las sierras, y paran allí en el Hotel Roma. A ninguno de estos les fue bien en sus relaciones románticas. Están desahuciados por esto, no encuentran rumbo, al respecto, en sus existencias, y sus vidas se tornan medio un padecer. Allí los recibirá, otro igual que ellos pero distinto, que es el conserje del hotel y, al mismo tiempo, chamán, símbolo de su estadio espiritual. Se avecina el fin de los tiempos. Y nadie estará a salvo. Sólo aquellos que sepan entregarse, verdaderamente, por el otro. Así sólo los enamorados podrán ser salvados; y los que no serán tragados por este fin del mundo. El amor será la salvación y tormento de estos seis penitentes que vagan por los pasillos de este hotel queriendo encontrar un poco de luz y calor en la soledad y desazón de sus oscuras vidas, pero sin saber cómo.
Autor: Marcelo Saltal // Actores: Nico Ancarola, Leandro Cáceres, Marcos Díaz, Gustavo Firpo, Guillermo Romano, Oscar Soutto // Dirección: Natalia De Elía // Vestuario: Maite Corona // Producción: Marcelo Saltal // Voz en off: Celeste Gerez //