Producido de manera independiente, el film resultó ser la incursión cinematográfica más feliz de Atahualpa Yupanqui, que aquí fue autor, músico y protagonista. El director Viñoly Barreto, cuya pericia visual caracteriza toda su obra, utilizó magistralmente el paisaje norteño como protagonista del tema, evidenciando plásticamente su diverso peso emocional sobre las peripecias de los varios personajes. La secuencia del niño que ha perdido a su madre, por ejemplo, merece integrar cualquier antología del cine argentino. Se exhibirá en copia nueva, tomada de los negativos originales.Argentina, 1955, 86'.

Última fecha

jue

27

junio / 2013

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