El director William Castle es considerado por muchos “el Hitchcock pobre”. Tal apelativo puede parecer discutible pero, en todo caso, resulta pertinente en relación con este film, que es un descarado intento por capitalizar el éxito de Psicosis. El gran momento del film, sin embargo, supera toda posible influencia: Castle interrumpe la acción antes del climax y concede un minuto de reloj (reloj que se ve en la pantalla) para permitir que el público impresionable abandone la sala.Homicidal, Estados Unidos, 1961, 87'.