A diez años del fallecimiento de Víctor Grippo (1936- 2002), Malba - Fundación Costantini recuerda con una exposición homenaje a uno de los más grandes artistas argentinos, reconocido hoy internacionalmente como uno de los creadores más originales y significativos de la historia del arte contemporáneo del siglo XX.A través de un recorte puntual de su producción, la exposición propone un recorrido por la faceta más utópica de Grippo, su concepción del artista como agente de transformación social. Grippo eligió el arte no como una actividad, sino como una forma de vida. Ese estado interior le proporcionó una cosmovisión y una libertad desde donde conmover y transformar todo a su alrededor. Fue un artista apasionado con la realidad social, de gran compromiso ético, por eso el eje de esta muestra es el proceso y la transformación del hombre en la fundación de comunidad.Este universo de Grippo está presente en una selección de 20 obras antológicas, con objetos, instalaciones, obras en proceso, cajas y ambientaciones reconstruidas especialmente para esta exposición. Se destacan las obras históricas: Todo en marcha (Índice del movimiento general de los seres y las cosas) (1973), Algunos oficios (1976), Naturalizar al hombre, humanizar a la naturaleza (1977),_ La papa dora la papa, la conciencia ilumina la conciencia_ (1978) y la mesa de la ambientación La intimidad de la luz en St. Ives. De un lado y del otro, construida en 1997 en la Tate Gallery de St. Ives, en Inglaterra. También sus célebres series Cercando la luce, Anónimos y las piezas Vida, Muerte, Resurrección (1980) y La comida del artista (1991), de la colección de Malba.La forma y el contenido de su obra se constituyen a partir de varios campos de interés: la química, la literatura, la música, la filosofía, la alquimia -a través del valor central que le otorga a la transformación de materiales, objetos e imágenes-, y el gusto por los paradigmas de la ciencia.

Última fecha

lun

22

octubre / 2012

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