Una noche con folklore típico.
Esta es una pequeña historia. Que en Cosquín se repite todos los años. Jóvenes que llegan con un sueño: actuar en el escenario Mayor del folklore argentino. Desconocidos que intentan trascender. Conquistar el aplauso grande. Julio, Daniel y Mario Altamirano estaban en eso. Y pudo ser, merced a la ayuda de un núcleo de amigos que allá en Mendoza logró reunir el dinero necesario para los pasajes. El primer paso estaba dado. Faltaba un detalle fundamental. Lograr que la Comisión del Festival Nacional de Folklore los escuchara. Y también se dió. El Doctor Reynaldo H. Wisner, Presidente de Cosquín 69, autorizó la presentación de Los Altamirano
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El sueño comenzaba a convertirse en realidad. El canto de tres jóvenes mendocinos se adueñó de la noche coscoína. Y la Plaza Nacional del Folklore levantó su aplauso a nivel de ovación. La interpretación de Nombrando vidalas
había trepado hasta la emoción más alta de la multitud. En la programación estaba prevista una sola canción. Pero tuvieron que ser más. Julio, Daniel y Mario, no lo podían creer. Cosquín si. Porque con Los Altamirano
se volvía a dar un hecho que se repite todos los años en el Festival más importante de nuestro país. La consagración de nuevas voces que allí tuvieron su primera posibilidad, para luego trascender al plano nacional. Aquí, en este disco, ha quedado grabada la inquietud cancionera de Los Altamirano
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Para el juicio de los entendidos. Para la opinión del público. Con la simpleza y el sentimiento que pusieron de manifiesto en Cosquín 69. Pero con el propósito de superarse permanentemente. Ellos saben que deben estudiar. Y perfeccionarse. Con ese convencimiento ya están andando el camino del canto.