Las cosas no son del que las posee sino de quien las sabe apreciar. Susana, una agente inmobiliaria frustrada, debe mostrar un moderno departamento a una pareja de extranjeros.
Al ingresar al inmueble, encuentra a Víctor, un adolescente introvertido, durmiendo entre residuos. Sumergidos en sus propios conflictos, Susana y Víctor pronto descubrirán que a veces el encuentro menos pensado puede hacer que se rompan todas las cadenas.