Las fotografías de Fernando Arechaga, inspiran el texto curatorial de Gabriela Cabezón Cámara, que expresa: Oh, heroínas de cocina, guerreras de living room, bestias peleadoras de vereda, sesenta años después sus nietas y bisnietas las saludan y en esta oda en blanco y negro retoman su arsenal: la pantorrilla torneada con fuerza de mil batallas, el stiletto en punta como estilete asesino, la bacha desbordándose a fuerza de lecturas, la plancha como escudo, la escoba, el resto yerto de un carcelero. Salud, heroínas de la torsión, generalas armadas con las viejas cadenas que supieron destrozar
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