Grado Cero expone parte de un proyecto que trata sobre la subjetividad en los grupos sociales: cómo se crea y cómo se sostiene, para así cuestionar la representación y la percepción de las imágenes y salir del propio contexto para ver la realidad como signos, es decir, volver al grado-cero.
Durante el verano del 2015 la artista visitó el centro de documentación "Lazkaoko Beneditarren Fundazioa” donde obtuvo una extensa colección de pegatinas de diferentes movimientos sociales del País Vasco. Partiendo de este material comenzó a trabajar en la descontextualización de las imágenes representadas, poniendo el foco en las imágenes con carácter performativo, aquellas que, de cierta manera, implican acción, cuerpo y violencia.
A partir de una selección de estas imágenes, la artista ha configurado una metodología de ejercicios que se basan en una partitura escrita. Mediante estos ejercicios denominados “Grado Cero”, trata de hacer visibles los mecanismos ideológicos de una comunidad que, a su vez, transita un momento histórico particular. Los primeros ejercicios se realizaron en Bilbao, luego en Xiamen City (China) y ahora en Buenos Aires gracias al apoyo del programa EAS-EZE de “Bitamine Factoria”.
En esta ocasión la exposición se configura en dos niveles: los resultados de los ejercicios realizados en China se exponen en la primera planta de la sala, mientras que la artista utilizará la segunda planta como estudio-taller durante su estancia en Buenos Aires, las dos semanas previas a la exhibición.
Esta muestra nos invita a pensar en el relato y a reescribir una historia descentrada desde un lugar estético y performático.