Graciela Hasper cierra el año con dos tipos de trabajo en esta muestra: por un lado, acrílicos de gran formato y por el otro, acuarelas pequeñas y frágiles. Cada soporte con un relato similar, ocupando cada una de las dos salas de la galería, ambas obras de pura abstracción.La exposición cuenta con la curaduría de Roberto Amigo.