Es más que un exquisito espectáculo musical con buen gusto y humor...
Es un santuario que mantiene viva la esencia del cabaret, donde cada noche se evoca la belleza y elegancia que oculta cada rincón.
Es donde el glamour se entrelaza con la melancolía y la memoria se funde con el presente.
Es una promesa de eternidad en la fugacidad de un instante.