La muestra que Inés White presenta es el resultado de cientos de flores que la artista ha fotografiado a lo largo de los años.
White hace magia con su cámara. Pinta con la luz y abre a mundos abstractos en donde se detiene el movimiento para hacerse infinito, silencioso y eterno.Dueña de una impecable técnica sus fotografías se caracterizan por los colores y sus increíbles matices. La artista elige un momento del día -que incide en el color y la luz que tendrá la fotografía-, para captar en forma directa lo que ella ve al momento de su toma: una textura, una sensación y sin ningún tipo de trabajo de posproducción.
El secreto de Inés está en su mirada; la mirada de una artista que “pesca” el mundo profundo y que se revela, sólo, a unos pocos.