Celebrar 25 años de la salida de un primer disco, es una fiesta. Centro fue, es y será un hito en mi vida y en mi corazón. Recuerdo el día que lo terminamos, me fui a dormir con el CD entre mis manos, abrazada como si fuera un talismán, y lo es. Centro fue el desahogo, el sacarme toda esa música que tenía dentro de la cabeza, el alivio total. Venía craneando esto desde la infancia. Comenzó sin querer, un sábado que fuimos a grabar a casa de un amigo de amigo, tenía una Portastudio y tuvo la generosidad de prestarnos todo y de grabarnos. Luego seguí en casa de Pablo Emilio, mi amigo de Haedo, quien mientras pintaba su casa operaba de técnico. Tengo vivo al detalle cada jornada y cada invitado e invitada, me daba mucha timidez compartir mis canciones y me alentaron muchísimo. Todos estos recuerdos me constituyen y las reacciones de las personas al escuchar, también, pues comencé a entender quién era yo y hacia donde iba mi vida.

He tenido la fortuna de realizar muchos discos: en colaboración, en banda y en solitario. He aprendido muchísimo haciendo y también encontrado el espacio para expresarme en cada uno de estos trabajos. Grabé en piezas con lo mínimo y menos, grabé en el más prestigioso estudio en Tokio con todo a mi disposición. Lo hicimos en vivo, a distancia, con público, en la soledad total, siempre sabiendo lo que quería o queríamos contar. Pude darme el lujo y placer de grabar con músicas y músicas excepcionales que han generado en mi combustible para seguir y seguir.

Este 10 de Mayo estoy preparando una fiesta, la fiesta de seguir haciendo la música deseada y con personas que adoro y admiro. La lista de temas intenta repasar cada etapa de mi obra, con sus protagonistas. Estoy tan entusiasmada como cuando comencé, estoy muy agradecida, sigo en el Centro.