La historia transcurre en el taller de una bicicletería. Los personajes, miembros de una familia, son Vancini (el padre) quien utiliza al resto para cumplir con sus ambiciones personales. Antonia (la madre) que intentará diferentes formas de matar a su marido. Beta (hija mayor) simula un embarazo que data de tres años a través del cual presiona y trata de manipular las situaciones, Aguila (sobrino) quien antes de sufrir un accidente era el as del ciclismo y ahora se ha convertido entrenador de Titi (hija menor) criada como si fuese un varón para competir en este deporte y Manguera (marido de Beta) ladrón de bicicletas que luego serán desarmadas para utilizar sus partes en la construcción del prototipo. Todo se desarrolla según los planes hasta que Titi comienza a sentir que es una mujer y decide terminar con el entrenamiento.

“Veo en estos personajes, en su historia personal y colectiva, el reflejo de parte de nuestra sociedad marginada, obligada a vivir bajo la influencia y deseos de terceros. El despotismo del poder; la presión y el sometimiento de la violencia literal y simbólica. Las criaturas sufren, se agitan, pero no encuentran salida. No pueden romper su encierro. No se atreven. El miedo a perder lo poco que tienen los paraliza. Mi mirada se conmueve y se hace piadosa antes estos personajes que en la ficción se hacen tan reales, al punto de acostumbrarnos a verlos cotidianamente con total indiferencia. En el escenario se potencian y podemos reconocerlos y tal vez movilizarnos. Ese es mi mayor deseo”, Omar Aita.

Última fecha

dom

28

junio / 2015

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