Sobre la exposición de Desirée De Ridder, Marlene Binder Meli escribe: La defensa de la vida animal no es un asunto cerrado para . Artista ceramista, nacida y criada en Perkins (prov. de Buenos Aires), llega a Elsi del Río arte contemporáneo con una apuesta redoblada: una mise-en-scène de un éxodo fantástico de animales recreados en cerámicas coloridas, que vienen a llamar la atención sobre el trato recibido por parte de los seres humanos ante el rápido avance del cemento. No se trata únicamente de animales de nuestro ecosistema autóctono: esta vez, Desirée derriba la construcción abstracta de las fronteras, inexistente en la lógica animal, para extender el reclamo a nivel planetario.
Una pareja de flamencos, un ciervo y un león acorazado se alinean para dar combate. Sobre la muralla, los horneros y sus casas hechas en barro: el mismo material con el que Desirée construye los seres que conforman la escena. Junto con ellos cargan sus sencillas pertenencias: hongos, huevos, huesos, ramas. Se ayudan entre todos, cooperan, ya que creen fervientemente que el mañana es una construcción colectiva. En esta marcha incesante, sapos, mulitas y ranas peludas del Amazonas son los encargados de cuidar las bases, mientras un cactus animado con una lanza guía el desfile. Cada uno tiene su función en el éxodo, ya sea en la retaguardia o la vanguardia.
Desireé nos invitá a reflexionar sobre la fragilidad de la vida animal por medio de piezas de cerámica, frágiles como el equilibrio natural. Criaturas que, a pesar de su actitud defensiva, producen enormes deseos de protegerlos y darles refugio.
¿Quién podría permitir que se extingan tan bellas criaturas?"
Artistas: Desirée de Ridder //