En el mes de septiembre, el equipo de museografía del museo histórico de la ciudad de Buenos Aires “Cornelio de Saavedra”, renovó las piezas del “Gabinete de curiosidades” de la muestra permanente, con el objetivo de rotar y mantener las novedades en el patrimonio expuesto.

Se trata de 4 abanicos que forman parte de la gran variedad de estas piezas históricas con las que cuenta el museo.

El abanico, fiel complemento de la moda femenina a lo largo de la historia, no solo tuvo su utilidad a la hora de combatir el calor sino que también sirvió como elegante instrumento de comunicación.

Su origen se remonta al antiguo Egipto pasando también por los babilonios, persas, griegos y romanos. Usado originalmente para avivar el fuego, posteriormente sería un fiel utensilio para paliar el calor y espantar a los insectos utilizado por las clases más pudientes.

Con el tiempo su uso se hizo tan popular, que en Francia dio lugar al surgimiento del gremio de los fabricantes de abanicos. Los más elaborados son producto de la conjunción de varias especialidades artísticas.

El uso del abanico en la sociedad rioplatense del siglo XIX y principios del XX permitió el desarrolló de un lenguaje donde abrirlo, cerrarlo o posarlo en la mano, mejilla o rodilla, podía dar un claro mensaje al destinatario atento y a espaldas de las miradas indiscretas.

Esta selección de abanicos de la colección del museo nos muestra una amplia variedad de técnicas y materiales utilizados desde hueso o carey hasta encajes y sutiles imágenes realizadas con acuarelas. Presentan distintos motivos artísticos; uno de ellos tiene un espejo para la mirada atenta de la dama en el salón.

Última fecha

dom

6

octubre

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