Esta exposición tiene tan poco de programática como todo de libidinal. Responde al impulso de Josefina Concha E. de explotar su relación voraz con la pintura, habitualmente sublimada por sus textiles escultóricos, los cuales crea tras haberles dado carne a edredones agrandados, capa por capa, mediante hilos cosidos por máquinas tórridas. Máquinas que azotan como turbinas un piso de madera en Santiago, un ruido insistente y repetitivo que puede llegar a volverse una pesadilla. La pintura, entonces, se vuelve para Josefina una escapatoria de este accionar mecánico, la pintura es un lugar seguro, de confianza, de abrigo y de resguardo, incluso aunque sea un expresionismo figurativo de ese que parece que la piel se desprende de los modelos, sigue siendo el espacio familiar donde la artista regresa activando antes que cualquier sentido la vista.

Por ello Excursiones nocturnas nos invita a un páramo de criaturas naturales y fantásticas, representadas en pequeñas pinturas y textiles volumétricos adheridos a estructuras como si en cualquier momento fuesen a echar el vuelo. Obras que están escondidas tras lunas menguantes y crecientes, puesto que nunca se exponen a la claridad total, necesitan el suficiente fulgor para permitirnos mirarlos desde nuestro paisaje seco, observar esa región trémula y húmeda, más húmeda que la ciudad pantanosa de Buenos Aires.

Josefina Concha E. nos propone en esta exposición vivir la pintura como una escapatoria a la realidad cruel que vivimos. Esto gracias, primero y en gran medida, por esas obras bidimensionales y, después, por compañía afectiva, por sus tejidos, así todas estas obras habitan una ciudad donde lo fantástico y lo onírico han escapado, que se ha colado en la capital porteña y se ha transformado esta vez, como en otras ocasiones de su historia, en una ciudad sin sueño.

Quiénes

Artistas: Josefina Concha E. // Curador: Matías Allende Contador //

Última fecha

vie

19

julio

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