Nacido en 1938, en Buenos Aires, Osvaldo Romberg actualmente vive y trabaja en Nueva York, Filadelfia, Ilha Grande (Brasil) y Tel Aviv. En el texto que acompaña la exposición Osvaldo Romberg Hasta 1976: Estudios Deconstructivos Del Paisaje, El Cuerpo y El Color, Gonzalo Aguilar escribe: Nómade y constructor, Osvaldo Romberg ha trabajado con elementos típicos del arte (el paisaje, el cuerpo, la tradición) para someterlos a un proceso de descomposición, entendimiento y transgresión. En la primer mitad de los años setenta, esta operación constituye lo que el propio artista denominaba “espacio didáctico”. Pero contra lo esperado, el resultado no es el de una integración apaciguada a ese pasado prestigioso ni una subordinación a él. Lo que se produce más bien es la transgresión mediante la performance, la invención y la energía sensorial. Romberg no deja de medir a la vez que practica la desmesura, no deja de enseñar mientras nos arroja al misterio del mito, no deja de proponer grillas y estructuras cognoscitivas para, finalmente, pedir que pongamos el cuerpo y que exploremos una sensibilidad más allá de la razón. El paisaje no es medida sino inmersión, la obra de arte no es historia ni procedimiento sino combinación de intensidades, el cuerpo del artista no es la mano y el ojo sino también los pies, la boca, la piel, la ingle, el pelo y el sexo. Así, el cuerpo se descompone en numerosas partes que se arman en una nueva morfología en la acción del espectador. O actúa en esas tipologías del pincel en las que participan el gesto inmemorial de la mano y los aprendizajes de la boca y el pie, que también quieren dibujar. Todo movimiento de vanguardia ha realizado una reconfiguración del cuerpo: Romberg lo ha hecho en función del análisis (la descomposición en unidades) para dotarlo de una nueva dimensión conceptual y emotiva.

Última fecha

mar

9

septiembre / 2014

También te puede interesar