Hepp proyecta la representación literal y perfecta de una bicicleta, un nadador o una rana en reflejos que los muestran transfigurados. Esta transformación vuelve inmensamente atractivas sus obras: la quietud del metal con que fueron confeccionadas vibra y se funde en dinámicas figuras.
En Estilo mariposa, Laguna azul, y El Caminante el artista crea volúmenes articulados en identidades múltiples. Detrás de la belleza de estas figuras hechas en hierro forjado, bronce fundido o resina encontramos el trabajo consumado de un tenaz escultor.
Sus esculturas corporizan la impronta creativa que ya anunciaba en sus dibujos de la década del 70, también expuestos en esta oportunidad. La muestra nos sitúa en un espacio en movimiento. Como un “campo de fuerzas” sus esculturas alteran nuestra percepción de figuras cotidianas.