Cotidianamente, cuando terminamos de ver una película, se nos imponen varias preguntas. A veces esa duda persiste y se aloja en algún lugar hasta que alguien la saque del arcón de los recuerdos. Frente a las dudas tenemos cuerpo y cerebro. Con ambos podemos pensar y argumentar eso que nos provocó tanto placer, regocijo, espanto, rechazo, extrañamiento.

Analizar películas no es el final de la experiencia cinematográfica, sino citando indirectamente a Churchill su continuación por otros medios. Analizar películas es eso: no pretender explicarlas (sentido y significado se llevan los premios) ni tampoco hacer un catálogo de gustos; sino lograr mediante el análisis formal y narrativo un acercamiento distinto: un ejercicio corporal de la crítica y un ejercicio mental de los sentidos.

Escuela de espectadores se propone esta idea de un modo simple: encontrarnos una vez por semana, en un encuentro de pares. La modalidad es clara: venir con la película vista, desarrollar -entre todos- hipótesis sobre lo que vimos y que el coordinador vaya organizando y complementando con datos que los asistentes no conozcan. Finalmente construir un análisis conjunto, detallado y justificado, abonando una idea: irse con más preguntas que respuestas, con la íntima sensación que la película volvió a activarse en nuestra cabeza. Y por qué no, volverla a ver. En enero trataremos las siguientes películas:

Última fecha

jue

3

abril / 2014

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