Las obras de Débora Pierpaoli se presentan en distintos formatos y soportes, y proponen la creación de diferentes escenas. Sus trabajos son el resultado de una interacción de lenguajes: cerámica, pintura y dibujo. Su búsqueda se nutre de temas tradicionales de la pintura clásica del siglo XVII, los retratos, la naturaleza muerta, las pinturas de caza, lo deforme, lo monstruoso. No hace una cita literal, sino que lo toma como punto de partida hacia algo incierto.
Esta muestra gira en torno a los conceptos de ficción, fantasía y relato. Instalaciones compuestas por una gran variedad de piezas, libros de cerámica que dan cuenta de una historia. Ciertas imágenes aparecidas en esos libros se materializan en forma de piezas escultóricas: niñas, brazos, piernas, gallinas, perros, ratones, máscaras, peces, innumerables deformidades que aumentan el extrañamiento de las escenas.