En su reciente producción, Mónica Goldstein indagación sobre las interrelaciones entre el micro y el macrocosmos, donde el formato libro se cruza con paisajes de impronta metafísica. Un panóptico que hilvana en un continuum salares, cerros y llanuras donde se respira el silencio, el vacío sobrecogedor. En tanto, sus nuevos libros de artista parecen transfigurarse y como si fueran los Rollos del Mar Muerto, remiten a otro tiempo, a la memoria de lo desconocido e inabordable. El velo que cubre las pinturas colgantes con papel de calco se entreabre, así, para develar el vórtice que succiona la mirada hacia ese ojo huracanado que da título a la muestra.