La serie de obras que hoy podemos encontrar en la planta baja de la Galería Calvaresi se encuentra articulada por un espacio en blanco, un hiato temporal que establece necesariamente dos tiempos. No es extraño que esto ocurra, muchas veces la historia del arte se encuentra marcada por ciertos silencios, se trata de resquicios que alumbran lo que se puede ver con otra entonación. A veces, es el vacío lo que anima el movimiento de lo visible.
Las pinturas seleccionadas atraviesan dos momentos, desde principios de la década del 30 hasta los años 50. Luego la serie de múltiples del año 70. Entre un momento y otro se desenvuelven veinte años. Si relacionamos estos dos momentos con la serie de acontecimientos que jalonan la biografía de Derbecq esta elipsis se vuelve aún más significativa.
Artistas: Germaine Derbecq //