El cuarenta por ciento de las aves no aprenden a cantar si no lo hacen a partir del aprendizaje de un tutor de la misma especie. Ni bien rompen el cascarón, ajustan sus sentidos y prestan atención para elegir a su futuro maestro. Estas obedientes avecitas cantan siempre la misma canción; una melodía que las precede, una copia de un pasado que está arriba, mientras van cayendo en el futuro que las duplicará. Cantan virtuosamente las mismas sílabas y notas, una y otra vez, toda la vida. Todas cantan, no todas vuelan.
Sin embargo, existen algunas aves que no se ajustan exactamente a la monotonía implacable de la perpetuación de la especie. Efectivamente, estas aves durante el día cantan de manera muy estereotipada, prolijitas, sin debatirle a la vida; y de noche se liberan y practican locuras al conjugar sílabas raras que no se animarían a exteriorizar durante su vida diurna. Sueñan en silencio, en un sueño repleto de cantos imposibles. Sueñan para adentro: sueñan improvisando. Todas cantan, no todas vuelan, algunas sueñan.
Autor: Clara Andrade // Actores: Florencia Alvarez, Agustina Anzoátegui, Milena Bracciale, Virginia López, Paola Romano, Gimena Torti // Idea: Gimena Torti // Dirección: Gimena Torti // Iluminación: Gustavo Martincic // Vestuario: Candela Chirino // Música: Mariela Albisetti //