La vida es un derrotero, dice el intendente de un pueblo recóndito, al sufrir el hurto de su saco, mientras se mira al espejo bailando claqué. Yo se perder, lo que no se es callar, declara Berta. Madre soltera y sostén del intendente.
¿Y vos, qué me robaste?, pregunta Sulfita. Una hija carente de atención.
Una madre, una hija y un intendente. Fracasos y miserias en busca de un relato.
¿Existimos a partir de la mirada de quién?