Quimera Galería presenta “El ruido de las máquinas” una muestra individual del artista Francisco Vazquez Murillo con curaduría de Alejandra Aguado.
El conjunto de obras de Francisco Vázquez Murillo reunidas en la exposición El ruido de las máquinas ya no tiene nada de ruidoso ni de maquinal. Por el contrario, su propio orden -que resulta del color tenue de las placas de madera de eucalipto, de las formas de siluetas onduladas y armónicas que se calaron sobre ellas, de su cualidad táctil, de la repetición de un formato cuya escala nos acompaña porque es humana- invade al ambiente de calidez, de liviandad y de un deseo de silencio.
Las obras proponen un viaje de introspección al interior de las superficies y al de un proceso que, si bien estuvo guiado por ese ruido y por esas máquinas que menciona el título, por su estridencia y su vértigo, buscó en ellos un modo de viajar a la deriva y un poco a ciegas para ir al encuentro de formas y de símbolos que se descubren cuando habitamos la oscuridad del bosque, cuando vemos de lejos su cadencia o penetramos la madera, cuando nos dejamos llevar por la intuición -que nos es tan propia- de la escritura.
Este viaje que el artista hace tan por sobre la superficie como a través de ella, busca descubrir eso que bulle, eso que hierve porque está vivo en la Tierra, aquello que se esconde en ese interior a veces tan domesticado y que sólo el hacer y el andar tiene capacidad de revelar.