A través de los actores y los títeres que animan esta farsa de guiñol, la obra recupera la ingenuidad del pasado que se mezcla con la picardía de una trama popular; una hija, Doña Rosita es entregada por su madre inescrupulosa a Don Cristóbal, un viejo corrupto y violento, que a su vez es engañado por la joven libertina. Un poeta ingenuo y soñador y un director de escena bastante tirano completan el elenco de este alocado retablillo. Un Federico García Lorca para toda la familia que divierte y recupera la poesía del pueblo andaluz.
Dirección: Adhemar Bianchi y Ximena Bianchi.