Año 1981, algún día de agosto, Buenos Aires, estado de sitio - siete años-. Pasaje Rauch (hoy Discépolo) a 120 metros de la esquina más emblemática de la ciudad, Callao y Corrientes.
A diecisiete cuadras descansaba la noche fumándose el pucho del después, de haber palpitado en sus entrañas a La Voz
masculina, considerada por millones, más hermosa que diera el género Pop internacional.
Año 1981, una generación de artistas puestos de pié dispuestos a darle al público la respuesta, que le correspondía a la cultura, y que la gente requería al baño de sangre que envolvía la noche más larga y trágica de la historia argentina. Que había comenzado a pensarse dos años antes en un sótano clandestino, con el ensayo de Las Paredes de Griselda Gambaro (prohibida en ese momento) dirigida por Elio Gallípoli y enarbolada la propuesta por Chacho Dragún.
Teatro, después de la octava función, sin público, sin personal más que el de guardia nocturna, una explosión, un incendio, un teatro destruido. y el terror palpitando en las almas y los pensamientos de gente buena.
Táctica de combate pura
frase del responsable, porque siempre hay un responsable, aún en la Obediencia debida
(no de vida).
Un Reportaje al responsable que explica
lo sucedido, un fracaso, y la respuesta de una ciudadanía, harta del maniqueo y de tanta sangre, que se levanta como un aluvión reivindicando a sus artistas y genera, apoyando sin dudas, lo que pasaría a ser un hito en el Teatro Argentino, Teatro Abierto
. Que expondrá a nuevos talentos, así como a grandes figuras y que marcarán líneas dramáticas por décadas.
Una Periodista brasileña (Patricia Rozas) un General de la Nación (Néstor Villa) y 60 minutos de humor, dolor, incomprensión y decadencia, en un reportaje final escrito por Santiago Varela, que genera nuevas y más dudas sobre la conducta humana que nos precedió y que, dolorosamente, muchos pretenden reivindicar.
Autor: Santiago Varela // Actores: Patricia Guillermina Rozas , Nestor Villa // Dirección: Federico Tombetti // Iluminación: Juan Ignacio Aldays , Augusto Sanguinetti // Música: Mirko Mescia // Libro: Santiago Varela // Sonido: Mirko Mescia // Producción: Lorenzo Juster //