Producto de la colaboración de Armando Discépolo con su hermano Enrique Santos, El organito es un exponente canónico del grotesco criollo. Según David Viñas en su ya clásico trabajo Grotesco, inmigración y fracaso:_ Armando Discépolo_, en esta obra “el grotesco englute todo, hasta la escenografía.”El organito tiene como protagonista a una familia de inmigrantes italianos en la Buenos Aires de la década del ’20. El padre de esta familia, Saverio, es un organillero que para ganarse la vida se vale de diferentes medios para sacarle el dinero a la gente, siempre apoyándose en el “negocio” de la limosna. Así fue amasando lentamente una fortuna, que va guardando mientras vive como un pordiosero.

Uno de los conflictos de la obra es su enfrentamiento con su cuñado, Mama Mía, con quien salía a mendigar hasta que descubre a Felipe, el hombre orquesta, enamorado de Florinda (la hija de Saverio). El organillero se aprovecha de los sentimientos amorosos de Felipe para explotarlo y así poder aumentar sus ganancias. Otro conflicto es el que estalla con sus hijos, Nicolás y Humberto (y también Florinda), que si bien aprenden del oficio de su padre, lo desprecian porque los obliga a vivir en la miseria y porque, como dice Viñas, “los hombres nuevos no toleran la existencia del grotesco dentro de los límites de su propio cuadro familiar." Mientras tanto, Anyulina, esposa de Saverio, se entrega al alcohol, pero es “la única por la que se siente compasión y a la que se intenta rescatar hasta instaurarla como ideal”.Dirección: Julio Baccaro. Actúan: Rubén Stella, Carolina Papaleo, María Ibarreta, Emilio Bardi, Joselo Bella, Gustavo Pardi y Leo Martínez.

Última fecha

dom

30

junio / 2013

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