En su momento a poca gente le cayó bien este film de Ben Maddow, inclasificable y adelantado a su tiempo, que utiliza un tenue hilo ficcional para formular un comentario inapelable sobre la alineación urbana. Su materia prima es una catarata de imágenes robadas a la realidad por cámaras ocultas (es decir, espías) a lo largo de dos años, por un equipo de fotógrafos eminentes (Haskell Wexler entre ellos). Como escribió el crítico George Fenin, el film no sólo muestra una realidad que por lo general se mantiene invisible, sino también “a toda una masa humana flotante, vulgar, desesperada. Este es un documental social y una hazaña de gran importancia”. Se verá en copia nueva, gestionada por APROCINAIN.The Savage Eye, Estados Unidos, 1958, 67'.