En esta muestra de acuarelas y video, Amadeo Azar (Mar de Plata, 1974) propulsa su obra mediante el regreso a intereses y abordajes de sus primeros años como artista. En épocas recientes a Azar le han interesado la historia argentina en tanto se encarna en anécdotas absurdas; la historia de su ciudad natal, Mar del Plata, como ciudad-síntoma de los vaivenes sociales del país; los modos en que los lenguajes visuales del siglo XX se articularon con las realidades locales.
En esta muestra empuja esos intereses hacia la autobiografía, de manera oblicua. Hubo un niño que crecía en una Mar del Plata invernal monótona y aburrida, que se sumergía durante horas en las imágenes de las enciclopedias que no faltaban en los hogares de clase media — “el Google de esa época”, en palabras de Azar—. Reverberaciones de esas ilustraciones aparecen en las acuarelas de escala pequeña, en esta exhibición deliberadamente intimista y silenciosa, concebida en interlocución con la dramaturga Mariana Obersztern.
Cada acuarela podría ser una puesta en escena de una ensoñación. Aparecen referencias a los datos que se encuentra en el sitio web de Google Trends, the-shape-ofdreams.com, que lleva cuenta de las consultas de usuarios globales acerca del contenido de sus sueños. También a Mundaneum, un proyecto visionario desarrollado en las primeras décadas del siglo XX para recopilar toda la información del mundo y organizarla de acuerdo a un sistema decimal universal. El paisaje de la Ruta 2, que conecta Buenos Aires y Mar del Plata, transitado innumerables veces por Azar, y por la mayoría de los porteños, aparece a través de marcos distorsionados. En una pieza central, hay acuarelas basadas en astrolabios montadas en leños, resonando con la estética de chalet rústico de influencia europea, que fue común en Mar del Plata y otros sitios de vacaciones argentinos.
Artistas: Amadeo Azar //