La muestra es un registro fotográfico de la ciudad de Buenos Aires con los ojos de un amante, que perdona la imperfección y resalta la armonía. En una bicicleta antigua recorre el amante los senderos de una ciudad que recuerda bella y a la que sigue amando.
A propósito de la muestra Eduardo Villar, editor del Diario Clarín sostiene: No es difícil ver en este relevamiento de flaneur porteño la huella que dejaron en la mirada de Larrea las imágenes con las que Horacio Coppola registró el ingreso de Buenos Aires en la modernidad, a mediados de la década del 30. Larrea muestra algo de lo que queda de aquella ciudad flamante. Pero la intención de su trabajo no es el registro sistemático de la arquitectura de Buenos Aires, sino más bien un retrato amoroso de la ciudad. Quizá a eso se deba la asombrosa facilidad, el envidiable goce, el fluido placer con el que hace su trabajo.
En veintiocho fotografías la ciudad de Buenos Aires, protagonista a color o blanco y negro de los registros de Larrea, se muestra en todo su esplendor. Este esplendor, cotidiano y a veces oculto a la mirada de sus habitantes, es el que nos devuelve la mirada del artista.
Claudio Larrea estudió Periodismo e Historia del Arte en Buenos Aires y Técnicas Audiovisuales en Madrid, comenzó su carrera profesional como Director de Arte en la producción de portadas y artículos para las revistas Rolling Stone, Playboy y Cosmopolitan.
En 1999 se inició como Director de Arte en publicidad para Cinetauro. A comienzos del 2001 se trasladó a Barcelona. Durante ese tiempo se desempeñó como Director de Arte en videoclips (Kylie Minogue: “Body Language”) y en publicidades dirigidas por Isabel Coixet, María Ripoll, Cesc Gay, Blanca Li entre otros. Simultáneamente, realizó diversos viajes fotográficos a La Habana, Nueva York, Estambul, y Budapest, concentrándose en paisajes urbanos y arquitectónicos. A principios del 2010, de regreso a Buenos Aires, comenzó a realizar un relevamiento fotográfico de la ciudad, en un proyecto que se denomina “El Amante de Buenos Aires”. Reconoce como sus influencias fotográficas a Robert Frank, Horacio Coppola, Cartier-Bresson y John Szarkowski.