Domingo 6 de enero en un PH del conurbano. Eduardo aprovechando que viene a devolver a su hijita, le informa a su ex mujer (Gabriela) que le robaron el Ami8 y con él, el regalo de reyes magos: la pelopincho. De ahí en más se desencadena una serie de discusiones en la que participan también Laurita y Manuela, dos amigas de Gabriela. La niña encerrada en un gaveta de gas, no detiene la alienación de los adultos; la hemorragia final de Gabriela desencadena su olvido.
Fines de los 90, comienzos de enero. Cumbia villera, fernet, sobras de año nuevo. Las amigas que siempre visitan a Gabriela: Laurita, prototipo heteronormativo que tensiona sexualmente con Eduardo, y Manuela, lesbiana invisibilizada enamorada de Gabriela. Eduardo y Gabriela ex pareja, padres de una niña. Deborah, la gran falda materna de Eduardo empeora el cuadro familiar. La hemorragia es lo único que efectivamente se realiza, mientras que la nena/trofeo permanece intramuros, sin su regalo, sin pelopincho, apenas con una sombra de luz, olvidada en el interior de la gaveta.