En nuestra versión de Don Quijote de la Mancha, Dulcinea existe. ¿Cómo? Imaginemos: a Aldonza (la campesina que Don Quijote elige para ser su amada eterna y que bautiza con el nombre de Dulcinea), en algún momento de su vida le llega el libro Don Quijote de la Mancha
y tanto le gusta, tanto lo lee, que llega a creer que su verdadero nombre es Dulcinea. Entonces, para corresponder a su amado, viaja desde hace más de trescientos años, junto con don Quijote y Sancho Panza, representando sus historias, como los antiguos actores de la legua, aquellos que en carretas iban de pueblo en pueblo. La aventura los despabila, los alienta a descubrir el mundo, a construirlo con sus manos y sus miradas particulares... aunque, a veces, otros los llamen locos.
Actúa Valeria Ortega, Juan Bär, y Juan Bampini. Dirección Marco Álvarez.