La exposición, con curaduría de Rafael Cippolini, recorre la producción del artista entre 2001 y 2013. ¿Por qué centrarse en su última década de trabajo? Porque es a partir del inicio del nuevo siglo cuando Kacero —cuyo nombre había emergido con fuerza en los 90— propone un nuevo rumbo a partir del reencuentro con la escritura. Porque es entonces cuando comienza a trabajar con las palabras en su materialidad para alterar los sentidos dados, a traducir, a trasponer en obras que se materializan como instalaciones, videos, objetos y pinturas.
Detournalia es una palabra inventada y a la vez muy precisa: significa territorio de desvíos.