La cultura, para los dictadores y sus cómplices civiles, era considerada un campo de batalla
donde se libraba el combate por las mentes y los corazones
. Allí, desde la lógica de la Doctrina de la Seguridad Nacional, debía evitarse la infiltración subversiva
y detectarse al enemigo interno
para enfrentar la agresión marxista internacional
.
En ese contexto, ciertos libros (y la práctica de la lectura) se volvieron sospechosos
y peligrosos
por su ilimitada fantasía
, por sus finales abiertos, por su simbología confusa
, porque afectaban la seguridad nacional
. Escritores, artistas, poetas, pedagogos, periodistas e intelectuales, todos pasaron a ser potenciales subversivos
.
Esta muestra se propone rescatar los gestos y actos de resistencia recuperando algunos de esos libros que, por haber sido enterrados, escondidos, simulados bajo otras tapas o por haber circulado en forma clandestina, lograron escapar de la persecución, la destrucción y el olvido.
Inauguración: 19/03 17.30 hs.