El texto que acompaña la exposición de Inés Miguens anticipa: "Vivir implica un incesante movimiento hacia la lejanía que nos impulsa a cuestionar opciones y a transformarnos en el proyecto.
"En este proceso vital, las inseguridades se convierten en muros en los que nos sentimos paradójicamente protegidos, cuidados. Estos muros constituyen fronteras aparentemente inexorables que nos confunden y nos otorgan una falsa contención. Hablan de nuestros límites personales. Éstos se deslizan, se despliegan como realidades que nos paralizan, nos nublan, y perdemos la perspectiva de nuestro camino. Ante el fracaso, la desilusión, la incertidumbre, buscamos replegarnos en estos muros.
Poder verlos, nombrarlos y tener la posibilidad de sortearlos es el objetivo de esta obra
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