Muestra de Bárbara de Lellis. Con dibujos y cerámicas, plantea deshabitar lo cotidiano posible para abordar algo ni existente ni posible. No a priori, no dado aún. Si el Quijote, símbolo de lo propicio de la locura para el ser del artista creativo-creador, lucha contra molinos de viento, esa lucha da cuenta del absurdo de quien sólo desear vivir en el certero conocimiento, también nos
Enseña que allí, en la historia de la literatura, la palabra existe y es de origen tectónico, genera movimiento. La vía opuesta a la locura es la voz que transporta al hombre al camino del infinito conocimiento de lo nuevo, aquello que no existe aún, todo lo que pronto (muy pronto) se manifestará en la faz de la tierra y hará de ella un nuevo espacio en el cual vivir. Esos dos fenómenos combinados producen un universo místico, que no excluye en absoluto una sensualidad afianzada y de cromaticidad precisa.
(En el Espacio 1º S)