Esta exposición reúne obras que fueron un intento de diálogo personal e intimista con el universo poético del cineasta ruso Andrei Tarkovski. Sin siquiera pretenderlo, su espíritu y sus incomparables virtudes fílmicas fueron anidando en mi forma de trabajo desde la primera pintura que realicé en relación con su obra, en 1989, titulada _Cuando Tarkovski plantó un árbol en mi casa_ hasta los trabajos realizados posteriormente y que hoy, finalmente, presento en esta muestra compuesta por una selección de pinturas y fotografías antiguas y actuales, de las que no quise desprenderme anteriormente, para poder mostrarlas hoy públicamente, tal vez como sencillo homenaje a aquel luminoso ser que acompañó mi mundo interior durante años en este misterioso camino del vivir.
Extracto del texto Juan Doffo sobre la muestra.