Sobre esta exposición que recorre la obra de distintas etapas de Alejandra Seeber, Aimé Iglesias Lukin escribió: en vez del clásico recorrido cronológico propuso un montaje lúdico en el que el espectador puede armar su propia colgada, cambiando los cuadros de lugar a voluntad. La primera curaduría, la de la artista, es presentada a través de líneas punteadas como un mapa de la exposición que fue, como una guía existente sólo para ser desafiada
.
Así, según continúa Iglesias Lukin, no es casual que la artista haya escapado a una curaduría tradicional ya que siempre eligió ubicarse en los “entre medios”. Sus obras oscilan entre la abstracción y la figuración; sus exhibiciones entre la pintura, la instalación, e incluso la performance
, detalló.
El título elegido para la exhibición propone orden, calma y secuencia: cuadro por cuadro, paso por paso-explicó-. Pero no permitamos que nos engañe. Alejandra es caos, acumulación y diacronía. El orden no es uno, son miles, y es tanto responsabilidad de ella como nuestra descubrirlos
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