Adrián Caetano se permitió narrar una historia excepcional pero cierta, ocurrida en la última dictadura militar argentina: la de un grupo de desaparecidos que aparecen, con esa misma impronta vital y un poco milagrosa que explicó Rodolfo Walsh al descubrir asombrado que, tras la masacre de José León Suárez, “hay un fusilado que vive”. Y vive para contarlo, desde luego, como lo contaron Claudio Tamburrini y Guillermo Fernández, interpretados en la ficción por Rodrigo de la Serna y Nazareno Casero.Crónica de una fuga, Argentina, 2006, 103'.