La danza y el teatro se entrelazan para contar historias cotidianas de Buenos Aires, donde los perros y los gatos tienen su protagonismo. Una propuesta inspirada en La loca 101, la emblemática novela de Alicia Steimberg. En el primer capítulo de esta obra, dos mujeres recuerdan una anécdota cotidiana cuyo oculto dramatismo ha sellado para siempre el curso de sus vidas: el consorcio del edificio no permitía tener perros, y en circunstancias misteriosas hubo que deshacerse de Canela. En el segundo capítulo, dos nuevos personajes exploran el mundo felino desde su realidad física.