En esta exhibición, con las obras más recientes de José Garófalo, el artista retoma la idea de pintor anónimo o popular, en el juego de estilos y temas. Por momentos se relaja en paisajes minimalistas, algunos casi abstractos, otros bucólicos, pero encontramos también telas y papeles que encierran rituales y conjuros de cierta felicidad. Un espíritu esotéricamente alegre y fresco recorre las obras dejando de lado el dolor tanguero, sumiéndonos en algunos gratos misterios estéticos que incitan a ser develados con paciencia picaresca.